El bombero torero

El escenario político de Totana se desarrolla como una borrachera de sucesos que mes a mes se repiten.

El Alcalde con 8 y pico mil votos, amante de paseos en carrozas como si de una boda se tratase, dedica sus esfuerzos a dos cosas: apagar fuegos en su propia casa, dígase partido popularISIMO en Totana y torear con la situación de angustia económica del ayuntamiento.

En esta orgía, en la que el ayuntamiento se desangra, las estrategias se hacen a salto de mata de mariguana revenida, siendo los subalternos los que más bajan el nivel, dedicándose a lo que realmente saben la compra venta de voluntades.

Andreo, en su dedicación de bombero, sortea con más pena que gloria la situación de su partido, eso sí, dejando cadáveres cada mes, ya que los apoyos perdidos aunque todavía no muy numerosos si son muy, muy, muy significativos. En estas el novillero político, con años de experiencia y con ganas de tomar la alternativa, Carrión, ha sido el que más ha pagado el pato, reduciendo drásticamente su situación en la cuadrilla- espectáculo, y espera arrinconado en los corrales del Condao su momento para aparecer como figura capaz de torear a los mejores Miura.

El torero político Andreo, acuciado por denuncias de despidos improcedentes, su problema de lo suyo, y su tiempo que dedica a bombero, solo tiene tiempo para cada mañana ver si se le ha caído alguien de su cuadrilla de incondionales, preguntar a intervención cuantas perras hay, y ver como G punto, A punto, que permanece fiel hasta que deje de permanecer, nos pone a los pies de los caballos a estos rojos de mierda. El Alcalde mas votado de la democracia (tenemos que reconocerlo) y el único alcalde de la democracia encarcelado (que tampoco me van a callar) el día que paga a los funcionarios duerme una miaja mejor, pero al día siguiente ya empiezan los problemas para buscar el dinero para el mes que viene. Apagado el fuego del mes impar, el conato de incendio del mes par se propaga por todas las dependencias del ayuntamiento, más aquellas que conocen de primera mano que la losa donde se guardan las perras del ayuntamiento, al pisarla, suena a hueco que acojona.

Mientras tanto, permanecemos en la barrera, viendo que hasta los del 7, aunque sea por guardar las formas, aplauden a ladrones, corruptos, fascistas y aprendices de roucos y federicos. Pan y Circo, nada nuevo bajo el sol.

El bombero torero es un espectáculo decadente, pero cuenta con ferreos incondionales entre la clase aspirante a enchufe de nueva creación o pelotazo en su bancal de alfalfa y….
Eso si que tiene delito payo.