miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mal rollo en la oficina

Aparece como cierto en ciertos corrillos chamoneros que la soledad de Andreo es algo buscado y encontrado a la vez debido a su terrible situación de inseguridad desde que los del tricornio le echaran el guante.

La carta de despido al portavoz (sin rebaja de sueldo) extendida tras ganar este último el concurso de tirar sillas del pleno a la cabeza de un compañero concejal del Tea Party local, fue la primera evidencia de que la situación no le pinta muy bien al singular primer edil, que ve como poco a poco se le caen de la mesa las piezas del maquiavélico rompecabezas creado tras la situación de ya hace tres años.

Luego, nada más conocerse la imputación definitiva por cohecho que se le suman a las otras tres o cuatro de dudoso gusto público, Belén aprovechó para darle (tal y como he contado aquí, después del visto bueno de Morales) con la puerta en los morros, siendo la segunda en la lista de bajas del sequito que todavía lo mantienen en su trono.

En mi más que modesta opinión Andreo está más solo de lo que aparenta.

Andreo en estos momentos es un superviviente de si mismo, intenta vivir al día, pelea las fotos con altos responsables que cada vez se niegan más y más a ponerse a su lado, lucha hasta la indecencia por aparentar serenidad personal cuando sabe que un buen día todo se sabrá y los jueces lo pondrán en su sitio, se agarra a los pocos fieles, Nau, Peñalver, “guardaespaldas”, “directores de periódicos” y poco más que le alientan a continuar y sobre todo cada día intenta evitar que salgamos en el TD por quiebra económica haciendo una política de tierra quemada: rescinde créditos al 2% y los pasa al 6,5% si ningún rubor, solo por que el banco le dé dos años de carencia, cobra de los bancos nuestros impuestos por adelantado para pagar nóminas atrasadas, no paga a proveedores y le importa un pijo (espero que no moleste esta expresión tan murciana) lo que venga detrás.

Amigos lectores, su soledad es tal que no se puede contar, pero el miedo que infunde a “algunos” es de tal magnitud que nos evita ver esa soledad, ya que a nivel local sigue asistiendo como si de un emperador se tratara a cualquier evento donde haya una cámara invitado por toda la gama de grupos que componen el entramado social local.

No sabemos cuando estos “algunos” se bajaran del barco, y entiendo que la mayoría han optado por no bajarse por no mojarse, aunque no remen, y se mantengan en la cubierta, en un rincón donde no son muy vistos y no hacen mucho ruido, mirando el horizonte de mar embravecido que tienen por delante en estos 6 meses que les quedan.

Hoy, que he visitado varias veces el ayuntamiento y en varios departamentos, me decían algunos de los que allí trabajan “haced algo por favor” y es que la situación es tan rara y el mal rollo es tan grande que no se puede trabajar a gusto en estas circunstancias, “nunca hemos estado tan desesperados” me decían algunos proveedores, que pena que para ganarse el pan haya que ir a trabajar como se va al matadero, sin embargo yo les he contestado que lo que hay que hacer lo tenemos que hacer todos y que hay que dar la cara, o la espalda cuando proceda, hacerlo evidente, dar señales, protestar y no dejar en manos de los demás lo que tu puedas hacer.

Esta es la situación y así os la he contado, dejemos de mirarnos el ombligo y tomemos nuestra responsabilidad todos en este partido, de lo contrario los facinerosos seguirán riéndose en nuestra cara. Al menos en la mía no, yo hago lo que puedo, como puedo, aunque sea enseñándoles los dientes o escribiendo en un blog o en facebook ¿y tú?

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